Tuesday, October 31, 2006

¿Así te sientes, no?

Si la corriente trajera mi alimento con gusto sería una tortuga. Mas no tengo esa suerte. Más bien estoy condenado a ser un salmón y no porque tenga el alma rebelde (de hecho que sí, pero no es el caso) es solo que las cosas se me presentan difíciles. Siempre. Tengo mala suerte. Estoy cansado de luchar. Mejor tirar todo. ¿Así te sientes, no?
Soy una cama de piedra.

Monday, October 30, 2006

Planeando un viaje

Necesito viajar de nuevo. Subir a un tren. Subir a un bus. Subir a un avión. Me gustaría subir a un barco y pasear por el Egeo, de isla en isla. Me gusta mi trabajo, hago algo diferente cada día, pero igual, siento que caigo en la monotonía. Quiero conocer la costa croata, Praga y Budapest. Budapest y buscar el puente ese, bendito, en el que tal vez encuentre a quien me esté esperando, ya vieja. Y Praga, he escuchado tanto de Praga. Necesito 20 días y 1.200 dólares. Con 1.200 dólares podría. Ahorrar 100 dólares mensuales significaría que en un año podría hacerlo. Cien dólares mensuales, cien dólares mensuales, cien dólares mensuales durante un año. El internet son 30 dólares, la cochera 30 dólares, van 60, 40 dólares mensuales, 40 dólares mensuales, 40 dólares mensuales durante un año. El celular serían 30 dólares... pero no, y luego como trabajo... el teléfono fijo, pero apenas son 15 dólares no vale la pena. Almorzar de a 3 soles, serían 30 dólares de ahorro al mes. Dejar de ir al cine, serían como 20 dólares al mes... ya con eso la hago. Doce meses de lo mismo. Y de paso estaría flaco y entrenado para caminar 20 días sin parar.

Sunday, October 29, 2006

Dresden

Pero estás tú. Esa certidumbre es la que me anima. Como en el descanso previo al último round de aquella pelea en la que has recibido los 400 golpes. Estás tú y eso es lo que me anima. Más bella que Dresden. Esa ciudad alejada totalmente de la guerra. Sin fábricas de nada, una ciudad para el arte en la que buscaron refugio todos quienes huían de los bombardeos, porque no había razones para atacarla. Pero la atacaron. Ya cuando la guerra había terminado o en esa última noche. Llegaron los aviones a destruir la única gran ciudad en pié. La ciudad a la que no había porque atacar salvo para castigar el alma de un pueblo. Eres como Dresden. En tí me refugió. Y me da miedo que la guerra en la que participo alguna vez te alcance. Que te destruyan solo para castigarme.
Estaba triste y deprimido cuando amanecí en Dresden. Al anochecer, mi ánimo se había endulzado y convertido en melancólico.

Thursday, October 26, 2006

De cómo describiste perfectamente la relación que tenemos y que me lleva a decir, Laura, que te amo y me amas aunque no sé lo que eso signifique, jaja

Una noche depresiva siempre deja consecuencias que tarde o temprano conducen a otra noche depresiva. Cuando alguien te acompaña y te facilita la vida en una noche depresiva tú sabes que se queda para siempre y lo estará aunque la vida luego se encargue de alejarlos. Esas dos afirmaciones me las confirmó anoche la mujer que se ha convertido en el único lugar que tengo donde puedo respirar. Y me dijo que si me servía, lo publicara, así que aquí van los dos párrafos. El primero para inducirme a la depresión y el segundo para salvarme de ella.

- "Yo no te puedo amar. Recuerdo que una vez pensé que te amaba y tú me desmontaste del caballo diciendo que jamás me amarías, que solo me querrías y que ni siquiera sabías qué era amor. Me diste una larga explicación que me pareció honesta, ese día estabas en tus cinco sentidos. Así que decidí que no se te podía amar y fin… Supongo que lo más parecido a amor son esas líneas de los cantares, o algunas de nuestras charlas, o esa ansiedad de vernos algunos días, pero nada más. Esa vez tú me lo dijiste muy claro y yo entendí".

- "Pero siempre que hablamos siento que construimos en vez de destruir, siento que cuando andamos solos podemos destruir todo alrededor, podemos volver todo una cagada sin solución ni puertas de rescate. Pienso que si nos hubiéramos unido hace tiempo entonces todo hubiera sido ideal. (Yo para ti y tú para mí) somos como el trozo faltante del mapa del tesoro ¡Eso es! Sin ese trozo todo es una tragedia que nunca termina, buscando y buscando lo que falta, chocando en las mismas paredes, pero si tuviéramos el trozo restante, sería tan fácil que no necesitaríamos buscar, solo construir encima. ¿Comprendes?".

Wednesday, October 25, 2006

Cantar de Juan, El Caminante (El oráculo)

La ciudad parecía una carnicería. En silencio, espantados y nerviosos, los ciudadanos se dedicaban a recoger a sus muertos, socorrer a sus heridos y limpiar su ciudad. El Rey lloraba la pérdida de su menor hija. Juan, El Caminante iba casa por casa preguntando cómo llegar al mundo de las tinieblas.

Al fin el Rey mandó a buscar al oráculo que vivía en una isla cercana, quien respondió: "En la próxima luna llena, a las 3 de la mañana, soplará una brisa que deberás seguir por cinco días. Toma entonces la dirección opuesta al sol y mantente así aunque creas que no avanzas. Al tercer día divisarás una isla cuya única costa está protegida por dos grandes rocas. Allí debes desembarcar".

"Es un lugar espantoso en el que apenas se puede respirar. Deberás enfrentar el hambre de criaturas nunca vistas. No vayas solo. Necesitas un ejercito que no le tema a la muerte".

Yo sé donde encontrar ese ejercito -le dijo Juan, El caminante al Rey-. Tú consigue 30 barcos ligeros y yo traeré de vuelta a tu hija.

Tuesday, October 24, 2006

Cantar de Juan, El Caminante (la muerte de la princesa)

El huracán ha dejado la isla en ruinas pero el ánimo de sus habitantes decae aún más cuando miran hacia el mar y ven que la flota enemiga se acerca y empieza a bombardear sus ya débiles corazones. Cunde el pánico. Juan, El Caminante organiza las defensas y logra repeler la primera ola de ataques, pero no es suficiente pues la muralla del extremo izquierdo de la isla ha cedido y por ella ingresan los invasores.

Ha empezado el combate cuerpo a cuerpo y hacia él se dirige nuestro héroe. Una lluvia de flechas lo recibe, una lluvia de flechas cae sobre los aposentos reales. "Hasta la muerte", grita, "hasta la muerte" le repiten los escasos soldados que quedan, pero tal es su decisión que parecen miles y cruzan a sus enemigos con una facilidad asombrosa.

Cuando el sol vuelve a iluminar la isla, los últimos invasores están siendo expulsados y tratan de ganar a nado sus barcos. Las aguas han vuelto a ser rosadas, el sol parece quieto. "Esta es mi visión", piensa Juan, El Caminante. Levanta la vista y entonces ve a su princesa arrimada hacia una pared con una flecha atravesada.

"Sálvame", le pide ella. "Salva..", trata de repetir pero no consigue culminar la palabra porque llegan dos seres alados la cogen de los brazos y se la llevan. "¡Son los ucucos!, ¡son los ucucos!", gritan en el pueblo. "Se la llevan a la tierra de las tinieblas".

Monday, October 23, 2006

Cantar de Juan, El Caminante (La espada al aire)

La lluvia ha comenzado a caer sobre la isla, con gotas de plomo fundido volviendo el mar negro y espantoso alrededor. Parece que la tempestad no acabara nunca, pero a lo lejos se ve la figura de la princesa saliendo entre los vientos que agitan todas las banderas, que azotan todas las ventanas que despegan del piso todas las alfombras.

La isla está ahora bajo el gran huracán y los soldados salen volando hasta golpear los muros de la ciudad en caos. Los curas rezan y los brujos inventan pócimas contra el maleficio que parece haber llegado a la ciudad, pero antes que las oraciones lleguen al cielo, sus calderos son vaciados, sus muñecos de vudú destruidos, las sotanas de los curas desgarradas, el viento se lleva todo. Vuelan curas desnudos por los aires, dando gritos de terror con los crucifijos en la mano. Nadie sabe que pasa, hasta que aparece ella.

La menor de las princesas en el umbral del castillo, con los cabellos volando en medio del descalabro de una ciudad que parece presenciar su día final. Todo se agita alrededor, la tierra parece temblar, solo ella y Juan, El Caminante se quedan quietos en medio de la tormenta. Ambos se miran desde la profundidad de los sueños, como viejos conocidos que se han reencontrado y entonces se siente la calma.

Una inmensa calma entre ambos, como si nada alrededor estuviera destruyéndose, como si la isla no estuviera a puertas de un combate, como si el castillo no estuviera siendo ya levantado por los aires por la fuerza de los vientos, como si la gran ola gris no estuviera sobre ellos a punto de engullirlos.

Ambos se ven y una gran calma suena en sus oídos. Es el silencio de los que ya se conocen, un silencio cómplice de miles de años antes y miles de años después aguardando en una soledad de orillas diferentes del mundo. Ella se acerca con los velos de su largo vestido volando y desgarrándose en cámara lenta y no puede decir nada.

Juan, El Caminante está inmóvil pero al sentir su cercanía, levanta su mano intentando tocarle la mejilla izquierda. Su espada se desprende de su vaina y sale volando arrastrada por el viento huracanado.

Antes de siquiera tocarse ambos se regalan con ese silencio que lo dice todo. Es entonces que un relámpago ilumina el cielo de un rosa eléctrico y por primera vez en dos siglos pueden verse el rostro claramente sin ninguna celosía ni ningún yelmo que los separe.

Es entonces que la espada que ha volado da una vuelta en el cielo y se dirige velozmente de vuelta a la mano de su amo. La mano de Juan, El Caminante que ahora toca el débil corazón de una princesa que se siente hallada y que ignora cuan cerca está de su propia muerte.

Por: Laura Hammer La Ingenua Ingeniosa http://laurasmog.blogspot.com/

Sunday, October 22, 2006

Cantar de Juan, El Caminante (La propuesta del Rey)

"Soy un guerrero que viene desde tierras muy lejanas respondiendo al llamado de una princesa solitaria que vive en esta isla. No diré nada más sino en su presencia. Abrid la puerta o la asaltaré y juro por la espada que cargo que nada habrá que me impida llegar donde ella".

Le contaron al Rey la decisión del forastero y éste mandó a llamar a sus hijas y les inquirió si alguna conocía al guerrero que solicitaba entrar. Todas dijeron que no. "¿Estaís seguras?, ¡mirádlo bien!", insistió el buen hombre. "Yo lo he visto en sueños y en sueños le he pedido ayuda", dijo la menor de todas.

"En sueños", repitió el Rey y en eso pensaba cuando le avisaron que una nueva flota de enemigos se divisaba al poniente. Ordeno preparar las cada ve más débiles defensas y luego que hicieran pasar al forastero.

Juan, El Caminante reconoció de inmediato a su princesa y ella a él. Fue como si se abrazaran con la mirada, sus amplias sonrisas parecían querer alcanzarse y todo el salón se lleno de tanta vida que no parecía que allá afuera se preparaba una nueva batalla.

"Eres tú a quien vi en mis sueños. He cruzado medio mundo solo para encontrarte, siguiendo solo aquel rastro de migajas de pan y aquella madeja invisible para cualquier otro. Estoy aquí ahora y nada hará que me separe de tí", exclamó el recién llegado.

"Ella es mi hija y este es mi reino. Ayúdame a librar esta batalla, derrota a mis enemigos, y podrás tomar a mi hija que parece dispuesta a tí", dijo el Rey.

Friday, October 20, 2006

Cantar de Juan, El Caminante (El mar rosado)

* (En julio, dejamos a Juan, El Caminante acercándose a la isla en que vivía su princesa)

Conforme la corriente lo acercaba a la isla donde vivía la princesa que se abrigaba a sí misma, Juan El Caminante se fue dando cuenta que sus sueños lo habían engañado. No era un romántico mar rosado el que rodeaba la isla de su amada sino un apestoso y muerto mar testigo de una larga e inacabada batalla que ensangrentaba cada roca, cada piedra, cada grano de arena de las costas. Las deterioradas murallas de la isla se alzaban hasta el cielo y desde ellas una voz gritó: "¿¡Quién vive!?".

Thursday, October 19, 2006

Con el semáforo en rojo

Otra vez el semáforo en rojo. Cierro los ojos tratando de dormitar por un minuto pero recuerdo que estoy en Lima y la distracción llama al ladrón y camarón que se duerme… abro los ojos con pereza, últimamente las pestañas están bastante pesadas, hacen caer a los párpados, me quedo ciego, tropiezo de nuevo y un día de estos life fall down. A mi costado hay un auto plomo. Ultimamente me cruzan los carros plomos. Cuando no estoy solo los dejo hacer, los miro, trato de grabarme el número de su placa, pero cuando solo mi vida está en juego no paro hasta devolverle la gracia. El otro día acabe por el Rímac jugando con un caldina plomo a ver quien cruzaba más al otro. Su pasajero estaba asustado y optó por aliarse a su chofer, de modo que yo tenía a dos personas que me odiaban mientras que yo solo odiaba a una. Son curiosos los pasajeros de taxi, algunos, asumen la misma agresividad de su chofer, otros tratan de no perturbarlo, otros se ponen en su contra y ante una mala maniobra del conductor, voltean a pedir disculpas. ¿Pero será real que los carros plomos se la han prendido conmigo o es algún tipo de paranoia enfocada la que me está afectando? ¿Y si así fuera, qué significado tiene el plomo? Bueno, los plomos son en general pesados y molestos, más densos que el gris, Lima en sí es ploma, la vida en Lima es ploma, hay momentos plomos en mi vida, más bien, hay momentos en que mi estado de ánimo deja de ser plomo. Mi coche es rojo. Es el segundo que tengo y el segundo rojo que tengo también. Quisiera manejar un trailer y no frenar ante quien se cruce en mi camino. Soy muy terco. Soy un mal conductor porque hago respetar mis derechos. Si alguien quiere meterse en mi carril no lo dejo. Si tengo luz verde no me detengo. Voy a la velocidad adecuada, si alguien me toca el claxon para que vaya más rápido, lo que hago es ir más lento. Por todo eso he chocado tantas veces pero -salvo una vez-, solo cuando estoy solo. Luz verde de nuevo, arranco y adivino la intención del auto plomo. Acelero. Él también. Quiere cruzarme. No lo dejaré.

Tuesday, October 17, 2006

Angel de Berlín

A los pocos días de llegar a Berlín, sucedieron dos cosas: una decepción de la ciudad que tanto quería por haberme abierto la puerta de Europa, y la sorpresa alegre de la lluvia con la cual -pensé- tendría que convivir por dos meses y medio en este fin del verano-inicio del otoño en Alemania.
Se trata de una ciudad cuyo gran centro urbano es pequeño y que puedes recorrer, caminando despacio, en un par de horas. Ir a la puerta de Brademburg o al bosque que es el Tiergarten o a la Columna a la Victoria (la que tiene el Ángel en la cima), el Checkpoint Charlie, Postdamer Platz, pedazos de muro esparcidos.
Pero Berlín tiene mas que eso y por suerte pude gozarlo en todo su esplendor, gracias esta vez a la no-lluvia.
En efecto, una semana después de que llegáramos dejó de caer agua y eso dio paso a un extraño regreso del verano. El sol calentó de nuevo ante el asombro de los pronosticadores del clima que aquí son como dioses a los que todos los alemanes ven y escuchan por la mañana antes de decidir que ropa se pondrán.
Las clases acaban a las cinco de la tarde lo cual me deja tres horas de buen sol para ir a pasear. Entonces descubrí los alrededores del Zoo, los canales de Berlín, pequeños ríos navegables, los jardines y parques donde los berlineses salen a correr, a montar bicicleta, a tirarse al pasto, a leer, a conversar, a enamorarse o simplemente a contemplar el río verdeoscuro.
Mas allá de Berlín, pero a media hora de camino en el underground y bus (que aquí están integrados) esta Postdam, una belleza de pueblo, con la casa de verano de Federico El Grande y de nuevo, pequeños bosques y jardines donde estar.Y mas cerca a Berlín y un poco mas al sur, hay un inmenso lago y bosques. Hay también pequeñas lagunas regadas por los alrededores. Debe ser por eso que los berlineses aman el aire libre.
Tal como dijeron los pronosticadores, el 23 de setiembre, cambio el clima. El agua volvió a caer, la temperatura baja y dicen que bien entrado octubre será peor, así que tendré que decirle adiós a los paseos.
Hasta ahora, Berlín se deja disfrutar y cuando no tienes cara de estar perdido, sientes que la ciudad empieza a pertenecerte y la gente te empieza a mirar como uno mas.
Creo que los berlineses todavía no se acostumbran a que los visiten. El turismo esta despegando pero este todavía es un pueblo grande que esta integrándose, convirtiéndose en capital y reconstruyéndose por todos lados. La gente tiene la mirada y el idioma fuertes. Hablan poco y cuando lo hacen no es raro que griten. No es un idioma cortes tampoco. Pero uno se acostumbra a eso y empieza a verlos con otros ojos.

Y a mi alrededor todo era bello

Hoy he llorado sin vergüenza y con un "ándate a la mierda" como única respuesta a todo los tipos de ¿qué tienes? formulados. Después me han dado ganas de reir pero las he reprimido.
Mi segundo día en Roma tuve el mismo llanto. Desperté y como el brasileño con quien pasé el día previo demoraba mucho en ordenar sus cosas, lo abandoné sin saber que quien se estaba quedando solo era yo. Tres horas después estaba llorando en medio de los vestigios romanos, al borde del Tíber, en la orilla opuesta a donde 25 minutos después apareció una rubia envuelta en un abrigo negro y gafas del mismo color que se quedó mirando el río un largo rato y de vez en cuando a mí, en la otra orilla y con el mismo sentimiento y con la misma imagen de soledad angustiante y lacrimógena. Los dos en un momento de debilidad.
El día previo en el vagón del tren que me llevó de Venecia a Roma, conocí a este brasileño que me cayó bien desde que prefiero obviar la tonta pregunta del viejo argentino que ocupó uno de los seis asiento "¿quién fue mejor Pelé o Maradona?". El brasileño no había hecho la tarea de todo viajero que quiere maximizar el tiempo que pasa en cada ciudad (no había reservado hostal). Confiaba plenamente en su guía de Europe que era completísima y te señalaba cada cosa por ver, la historia de cada calle turística por donde se pasaba, los lugares para comer, las oficinas turísticas de todas las grandes ciudades europeas; esa guía era una maravilla, pero le falló para conseguir hostel. Yo en cambio ya tenía la reserva en orden. Le expliqué el método más fácil: google, "hostal cheapest" u "hostales baratos", y plum, a escoger. Hostelseurope.com es un buen lugar para empezar la búsqueda. Hay una página mejor aún pero no recuerdo el nombre. El hecho es que lo llevé conmigo, dejamos las mochilas y salimos con lo imprescindible. Desayunamos en una esquina de la Plaza Garibaldi, aprendí que los cereales pueden servir para no comer siempre pan y galletas. Un poco de jugo, o un poco de leche chocolatada. Caminar y caminar entre las ruinas es realmente impactante. Que esto del siglo III ac, esto otro del III dc, esto es moderno, esto contemporáneo, y esto otro es del II ac, maravilla tras maravilla y maravillosas las restauraciones, el cuidado. Más aún la zona de Roma antigua al aire libre y el camino que sigues hasta llegar de pronto a un inmenso arco y luego al Coliseo: 50.000 puntas podían entrar en los tres niveles de graderías diseñadas con la misma lógica que se aplica hoy a cualquier estadio de sus dimensiones y con el campo central al que también se podía acceder a través de plataformas, casi como lo que hay ahora en los estadios japoneses. Luego almorzamos, pan, embutidos, jugo, una manzana para el camino. ¿Más ruinas o El Vaticano? Vaticano, el metro en el que tuve que sacar de mi canguro la mano de aquella eslava que me miró y yo la miré y le murmuré que no hiciera eso o que en todo caso no lo vuelva a intentar conmigo. Tres eslavos más atrás vigilaban la escena, se bajaron en el siguiente paradero. El siguiente era el nuestro y caminamos hacia las murallas de la ciudad y su guía sirvió para describirnos toda las obras de arte, del tipo "a su derecha está La Piedad de Miguel Angel y tatata una descripción cortita de la obra". Muy bueno todo y el tobillo que me fastidiaba. LLegamos totalmente cansados para ver que al cuarto había llegado un chileno y un típico manganzón estadounidiense. ¡Cómo los odian en Europa! y qué odiosos que pueden ser, pero al mismo tiempo, son tipos buena gente, necesitados de compañía. El chileno y el brasileño habían llegado a England a estudiar inglés. Pero el chileno se regresaba tras haber aprendido mientras que el brasileño ya llevaba tres años en London trabajando a medio tiempo pero con lo que alcanzaba para vivir y viajar durante 15 días cada año. Unas lindas milanesas nos conocieron y nos dimos cuenta que era 31 de octubre, "¿que hiciste el hallowen del año pasado?" hmmm no me acuerdo, "pues vamos y nunca te olvidarás de lo que hiciste este año: ¡Hallowen en Roma!"... Casi no dormimos, al día siguiente el chileno y el estadounidense querían ir a El Vaticano, se supone que el Papa saldría a dar la misa del 1 de noviembre. El brasileño se demoraba arreglando sus cosas. Preferí seguir solo. Quizás debí esperarlo, habíamos pasado un buen día juntos, nos habíamos hecho patas... pero caminé y tres horas después sentí que me había quedado solo, el tobillo hinchado empezó a matarme y me obligaba a descansar cada media hora. A mi alrededor todo era bello.

Monday, October 16, 2006

de verdad no me crees

Después de todo soy de los que creen que dentro de un tiempo todo este período oscuro por el que estoy pasando será solo recuerdo y que el sol volverá a salir para mí. Así de simple y trivial.
Han habido períodos de felicidad en mi vida.
¿Oye, Ja, de verdad no me crees?
¿Justamente tú crees que soy una farsa? Me tomo mis licencias, sí...
Pero en verdad creo que dentro de algún tiempo volveré a ser feliz.
Vaivén, que bella palabra. Y es que no te has dado cuenta de lo mucho que me cuesta seguir así y asá. Sí sabes, caray, pero no me importa que prefieras obviarlo. Actitud. Eso es todo. Algún día voy a ser feliz. Como antes. Como la vez aquella del mejor lugar para trabajar. O como con los amigos aquellos, haciendo correr a las chapas detrás de una pelota de platino de envoltura quemada de cigarrillo.
Homenaje al esfuerzo. Si te esfuerzas lo consigues. ¿Recuerdas, Ja, que esto ya lo has leído?
Cómo es que apareciste o acaso fuí yo quien lo hizo.
¿Y qué más da, verdad?

Friday, October 13, 2006

Venecia

El descuidado tren regional de Italia llega a la terminal de Venecia como queriéndose burlar de los turistas. Es un espectáculo totalmente decepcionante. Son las siete y media de la mañana pero el lugar es gris-negrusco, oscuro, mal iluminado, sucio, mal envejecido. ¿Esto es Venecia?, se preguntan todos mientras jalan sus maletas evitando los huecos del piso negro. Salí de la zona de embarque y continuó la mala cara. Pasadizos mejor iluminados pero ni de lejos dan la talla al sueño que significa llegar a la ciudad de los canales. El guardaequipajes está cerca y es igual de simple, corriente y de pueblo cualquiera; a lo que hay que agregar que quienes atienden son insoportables italianos en Italia. Dejo la mochila y me quedo con una mochilita. Estoy cansado, el tobillo ha empezado a fastidiarme. No he encontrado hostal, pasaré solo el día entero y me iré por la noche a Roma.
En todo eso pensaba mientras caminaba por el pasillo rumbo a la puerta de salida de la pequeña estación y entonces todo cambió. Desde el salon principal, a través de la puerta de salida, se veía Venecia llena de colores, el sol iluminaba las lindas casas y el canal transitado por todo tipo de lanchas. Se trata de un espectáculo hermoso, único. Me senté de inmediato en las gradas de marmol que salen de la estación y podría haber pasado allí todo el día extasiado en medio de la belleza del lugar. Nunca antes había sentido algo parecido. Quizás en Dresden, pero no. Esto es diferente, inigualable. Caminé por las callejuelas, pequeños laberintos que tiene la ciudad alejándome de los caminos más turísticos, y entonces pude llegar a la ciudad habitada, a los venecianos sacudiendo sus sábanas, limpiando sus ventanas, regresando con el pan.
Los templos, las plazas principales, los canales, las góndolas, los recién casados paseando en góndolas, todo era tan hermoso. Me fui por la noche y regresé tras tres días en Roma. Tenía que volver a inundarme de este sentimiento. Cuando volví, la estación central seguía siendo opaca pero ya no me importó. Me llamó la atención eso, cuando sabes que algo bello se aproxima, uno no se anda preocupando por las minucias.

Wednesday, October 11, 2006

¿Para qué tanta vida?

Es curioso que nunca haya siquiera pensado en suicidarme. Sí en cambio en desaparecer. En abandonar todo y empezar de nuevo. Cada vez que vuelo ruego porque se caiga el avión, salvarme y dejar mi DNI en el bolsillo del pasajero decapitado. O me gustaría participar en una guerra y dejar mi identificación en el lugar donde hallen más restos esparcidos. Son sueños... en el fondo lo que significan es que quiero desaparecer. No suicidarme sino autoeliminar mi historia. La libertad inicial. Una pampa virgen sin cadena alguna.
Fantasías.
Podría irme pero no está a mi alcance ni en mi voluntad. Quizás dentro de 20 años se leven las anclas que detienen cada uno de mis pies. Tal vez estaré viejo para entonces. Tal vez ya no tenga fuerzas. Tal vez mi alma estará cansada. Qué más da. No, no se lo tomen en serio, es solo un estado de ánimo pasajero. No podría vivir sin ustedes. Es el temor ha equivocarme. Es el miedo a la renuncia.
Nunca he pensado en suicidarme solo que a veces uno se pregunta para qué tanto esta vida. Yo no lo había notado, pero ultimamente mucha gente me ha dicho que soy un luchador, que pongo bastante fuerza y entusiasmo en todo lo que hago. En cambio siempre me he considerado un poco flojo. De niño pensaba que cuando quería algo, si es que me esforzaba por conseguirlo alguien del más allá vendría a ayudarme. Y funcionaba. Y sigue funcionando aunque ya no crea en el más allá. Cada vez que quiero alcanzar una meta la logro. Si me esfuerzo lo consigo. Siempre. Es gratificante, sí. Por suerte para mí, me pongo muy pocos objetivos, tiendo a la flojera y prefiero dejarme llevar por la corriente, eso me salva de ser un despreciable-puro-éxito. Aun así, están estos momentos de flaqueza en que me pregunto para qué tanta lucha, para qué tanta vida. Estas etapas en que hay tantas responsabilidades que alguien me pide que mande todo a la mierda pero el más fuerte de mis yo me obliga a encararlas. Y el resto se confabula y pregunta: para qué tanta lucha, para qué tanta vida. Sé lo que tengo que hacer.

Tuesday, October 10, 2006

Amor extremo

Nunca dejará de admirarme el amor extremo que se tenían esos dos. Llevaban tanto tiempo juntos que se parecían fisicamente, tenían el pelo negro igual de largo y alborotado, los mismos rasgos de mulato-fino, una relación abierta -se decía- aunque casi siempre que me los crucé estaban juntos. Una noche después de un concierto cualquiera en un bar con poca iluminación, sentí que la mujer me coqueteaba. Su pareja estaba en otro lado, con otras chicas. Fuí a comprobar el coqueteo y, en efecto, era en serio. Avancé lo suficiente. El pata me miró y me hizo un guiño de "no me importa". Todo parecía bien encaminado hasta que un amigo se interpuso. "No te metas ahí", dijo al pasar por mi lado. Luego de un rato lo fuí a buscar y le pregunté que pasaba. "Esa huevona está embarazada, están buscando que algún huevon le pague la bajada... no te la tires". La mujer habló con el pata. El pata se acercó donde estábamos y le increpó a mi amigo el porqué se metía. "Ándate a la mierda, por las huevas lo quieres cagar a mi pata".
Siempre que pienso en amor se vienen a mi mente esos dos. Supongo que solo el amor explica esa decisión de tirar con otro solo para seguir viviendo de a dos. Claro que alguien podría decir que en realidad el pata era un pendejo que la dominaba y la obligaba a hacerlo, que solo ella lo amaba. Pero no, él también la amaba, estoy seguro de eso. No quiero saber en que acabó su historia. Si consiguieron a otro huevón, o la plata, o si tuvieron descendencia. Prefiero no saber más. Quedarme sorprendido de hasta donde llega el amor. A otros les sorprenderá que se mate por amor, o que se suiciden, o que sacrifiquen toda su vida, que renuncien a riquezas, familias, etc. a mí me impactó más ese sacrificio sexual.

Monday, October 09, 2006

Con la misma piedra

Es raro mi estado de ánimo de estos días. Rápidamente paso de la alegría, a la esperanza, al cansancio, a la melancolía hasta a la tristeza. Tengo sueño, podría ser señal de depresión. La causa es ese sueño incierto. Es posible y a la vez no lo es. ¿Cómo podría yo saber qué es lo que me conviene? No deseo sufrir pero esa precaución no alcanza para detenerme, no me acobarda. Mi corazón y no mi boca debería ser el tímido. Mi labia debería ser arriesgada y romántica y mi corazón frio y reservado. Mi abuela me contó meses antes de morir que de recién nacido me llevaron donde una gitana. No pudieron cambiar el destino que me predijo. Recién en estas semanas lo he tomado en serio. Debería acostumbrarme, hacerme a la idea, pero nunca he creído en lo predeterminado, y entonces me ilusiono y sufro, claro. Golpe tras golpe, choque tras choque y con la misma piedra y etc. En un mismo día se pueden dar exámenes con diferente suerte y quedar todo dependiendo de la fuerza con que el viento influya en el fiel de la balanza. Saber que esta mediocridad no me sirve pues la suerte no está conmigo. Saber que si planteo un todo o nada la respuesta será nada. Saber que solo me queda la incertidumbre, la espera. Saber, saber, saber.

Sunday, October 08, 2006

Tontuela

No, querida, no existen los hombres perfectos, solo hay algunos que saben enamorar.

Saturday, October 07, 2006

El agricultor insatisfecho

Soy de los que siembran lo que necesitan y no porque sea un partidario de la seguridad alimentaria sino porque prefiero la libertad. No me gusta el comercio aunque lo acepto. Lo que me sobra lo intercambio para poder probar otros sabores, si bien no voy pensando en ganar con ello tampoco acepto lo que no sea un intercambio justo.
No tengo muchas tierras, solo unos cuantos metros si es que de valores hablamos. El agua me cae del cielo y las semillas son las que usaban mis antepasados. No me dejo llevar por los publicistas de la genética. En mis campos no se habla de productividad, no necesito producir cada vez más con menos, me basta con lo que tengo, incluyendo la decepción de esa semilla que se niega siempre a florecer.
La tecnología que utilizo es tosca y rudimentaria: Pico y pala. Sirven para arar y también para matar a quien quiera meterse sin permiso. Hacer que un buey are mi tierra me parece inhumano. No necesito esclavizar a nadie para mantenerme, no necesito que alguien haga mis tareas. Cuido mis sembríos y me alegro viendo crecer lo que un día me alimentará, me río con las primeras flores y lloro por esa semilla infertil. Nada es perfecto más no está en mi el conformarme ni decir que las uvas están verdes.
Soy fuerte. Soy libre. Siembro lo que necesito aunque todavía me falta disfrutar del fruto más preciado, de ese que no se puede ganar mediante el comercio o las guerras.

Thursday, October 05, 2006

Imposible

Los imposibles tienden a no realizarse. Dime tú si hablamos de un imposible de esos o si más bien se trata de aquellos otros extraños casos en que sucede algo extraordinario o hay una convicción endemoniada que logra un punto de inflexión, se quiebra la inercia, y nos encontramos envejeciendo juntos. ¿Dime, en qué caso estamos?.
Levanta el rostro y huele el viento, ¿qué te dice?
Dices imposible con una facilidad trágica.
¿Cómo sin estudiar leyes te atreves a sentenciarme a cadena perpetua? ¿Cómo?
No importa de donde sale esto, que más da el origen, ¿y qué si fueron 7 días o mil millones de años? El punto es que esto existe, que puede hacerme caminar en las nubes o hacia los fuegos eternos.
¿Y en verdad te hace bien la mitad de lo que te ofrezco? ¿De verdad te basta?
Cualquiera que leyera esto diría que eres conformista. Tendría mil aliados con quienes arrasar tus defensas. Pero no es mi estilo. Llego a tu torre descubierto pero sin bandera blanca y te canto. ¿Volverás a lanzarme un zapato quejándote de mi horrible voz?
Al final todo es chiste. Toda la vida es un inmenso chiste, solo cuídate de no ser el payaso... esos, por lo general, no tienen un buen final.

Wednesday, October 04, 2006

Juramento de una ciudad abierta

Justo cuando había perdido la esperanza. Estaba escribiendo: "Te abrí mi puerta pero no quisiste pasar. Debo cerrarla ahora (por ahora prefiero evitar el ingreso de malos vientos aunque me pierda de la brisa fresca ), pero no significa eso que no quiera volver a verte. La cierro confiado porque te di la llave del pasaje, de la puerta escondida. La cierro porque quizás te dió vergüenza entrar y que todos se enteren." Y ya ves, has llegado hacia la última hora de la noche como llegan los viajeros a la casa que saben que siempre los recibirá. Bienvenida. Esto recién comienza. La fiesta recién comienza. Si te quedas a mi lado me ayudarás a divertirme y juro que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas...

Monday, October 02, 2006

Esos cinco minutos

Esos cinco minutos en los que apareciste, dijiste que me extrañabas y te fuiste sin tiempo siquiera de besarme...
Apareciste más fuerte, como si no me amaras. Más distante de lo que realmente estás. Pero cuando te fuiste sin siquiera besarme, sentí tu voz dulce pero en lo dulce algo amargo -como en un pie de limón- que quiero creer que significaba que no me has olvidado, que todavía es posible que siga existiendo.
¿Cuántos días más sin ti? En la nada. En la nausea. Sin motivos. A la deriva. Bamboleándome en las olas de la rutina de un océano que podrías mover a tu antojo.
Retómate y resucítame aunque después vuelva a no gustarte. Una vez revelaste que yo era tu misma, tal vez tengas razón y es por eso que sin ti no existo, que soy solo esto... ¿cómo es que decía el poeta? Yo soy esto que gime, esto que arde, esto que sufre. Yo soy esto que ataca, esto que aúlla, esto que canta... Retómate, date esa alegría.