El agricultor insatisfecho
Soy de los que siembran lo que necesitan y no porque sea un partidario de la seguridad alimentaria sino porque prefiero la libertad. No me gusta el comercio aunque lo acepto. Lo que me sobra lo intercambio para poder probar otros sabores, si bien no voy pensando en ganar con ello tampoco acepto lo que no sea un intercambio justo.
No tengo muchas tierras, solo unos cuantos metros si es que de valores hablamos. El agua me cae del cielo y las semillas son las que usaban mis antepasados. No me dejo llevar por los publicistas de la genética. En mis campos no se habla de productividad, no necesito producir cada vez más con menos, me basta con lo que tengo, incluyendo la decepción de esa semilla que se niega siempre a florecer.
La tecnología que utilizo es tosca y rudimentaria: Pico y pala. Sirven para arar y también para matar a quien quiera meterse sin permiso. Hacer que un buey are mi tierra me parece inhumano. No necesito esclavizar a nadie para mantenerme, no necesito que alguien haga mis tareas. Cuido mis sembríos y me alegro viendo crecer lo que un día me alimentará, me río con las primeras flores y lloro por esa semilla infertil. Nada es perfecto más no está en mi el conformarme ni decir que las uvas están verdes.
Soy fuerte. Soy libre. Siembro lo que necesito aunque todavía me falta disfrutar del fruto más preciado, de ese que no se puede ganar mediante el comercio o las guerras.
No tengo muchas tierras, solo unos cuantos metros si es que de valores hablamos. El agua me cae del cielo y las semillas son las que usaban mis antepasados. No me dejo llevar por los publicistas de la genética. En mis campos no se habla de productividad, no necesito producir cada vez más con menos, me basta con lo que tengo, incluyendo la decepción de esa semilla que se niega siempre a florecer.
La tecnología que utilizo es tosca y rudimentaria: Pico y pala. Sirven para arar y también para matar a quien quiera meterse sin permiso. Hacer que un buey are mi tierra me parece inhumano. No necesito esclavizar a nadie para mantenerme, no necesito que alguien haga mis tareas. Cuido mis sembríos y me alegro viendo crecer lo que un día me alimentará, me río con las primeras flores y lloro por esa semilla infertil. Nada es perfecto más no está en mi el conformarme ni decir que las uvas están verdes.
Soy fuerte. Soy libre. Siembro lo que necesito aunque todavía me falta disfrutar del fruto más preciado, de ese que no se puede ganar mediante el comercio o las guerras.
1 Comments:
Soy la semilla infértil, a la que riegan las lágrimas de otros, el sudor de los otros, el semen de los otros. Esa semilla que no renace con esos fluidos internos, intensos y apasionados de otros hombres. Infértil, porque no me interesa ver la luz de los otros, si no he descubierto mi propia luz guía al centro de mi misma.
Que sabes tu de sembrar, cuando toda tu fortuna la encontraste en el camino sin sacrificios para verla crecer?
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