Fin del lamento
"Esto de contar lo que le pasa a uno termina volviéndose una adicción, y como tal, termina uno haciendo el rídiculo, correteando a quien quiera oir algún good lay; mendigando oidos. Hubo un tiempo en que era fuerte y permanecía callado soportando todo, pero entonces una vez escribí algo, le conté algo a alguien, alguien me dio una palmada en el hombro, alguien me consoló, y eso se siente tan rico. Pero es mierda, es droga. Empiezas a buscar más comprensión, más apachurres, y la mejor forma de conseguirlo es dando pena, haciendo cosas para llamar la atención como hacen los bebés; eso de contar las penas es adictivo, una vez que te enganchas es difícil dejarlo".
P.D. En todo eso pensaba y dudé en expresarlo porque pienso que podrías malinterpretarlo y empeoraría las cosas. No lo escribí para tí sino para mí. El personaje soy yo y no juzgo a nadie.
P.D. En todo eso pensaba y dudé en expresarlo porque pienso que podrías malinterpretarlo y empeoraría las cosas. No lo escribí para tí sino para mí. El personaje soy yo y no juzgo a nadie.
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