Odisea
Una vez, D (la querida D) se reunió con un "chico" (así hablaba ella) con quien estuvo a punto de casarse muchos años atrás. Me contó que conversaron como amigos, que ella quizás pensó que todavía podía renacer algo y que el siguiente diálogo, al mismo tiempo que frustró sus ligeras esperanzas, la hizo la mujer más feliz del mundo:
Ella: Y tú, ¿estás con alguien?
Él: Ya me casé
Ella: Ups!. Y... ¿cómo es ella?
Él: mmm... Es un poco como tú
"Él" tuvo suerte. Yo también me casaría solo con alguien que se acerque a D (la querida D). Cualquiera que la conociese, exigiría cosas de D (la querida D) a la mujer con la que decidiese juntarse. Así de grande es. Así de viva. Alegre, siempre alegre a pesar que la mala suerte se empeñaba en tumbarla. Una heroína, una heroína griega es lo que era cuando nos cruzamos. Alguien de quien aprender a vivir. Alguien que invitaba a vivir a pesar que sufría.
Muchos sufrimos y luchamos, pero D (la querida D) iba más allá, ella vivía.
Ella: Y tú, ¿estás con alguien?
Él: Ya me casé
Ella: Ups!. Y... ¿cómo es ella?
Él: mmm... Es un poco como tú
"Él" tuvo suerte. Yo también me casaría solo con alguien que se acerque a D (la querida D). Cualquiera que la conociese, exigiría cosas de D (la querida D) a la mujer con la que decidiese juntarse. Así de grande es. Así de viva. Alegre, siempre alegre a pesar que la mala suerte se empeñaba en tumbarla. Una heroína, una heroína griega es lo que era cuando nos cruzamos. Alguien de quien aprender a vivir. Alguien que invitaba a vivir a pesar que sufría.
Muchos sufrimos y luchamos, pero D (la querida D) iba más allá, ella vivía.