Friday, August 11, 2006

IX (no corras)

Querida L, quizás debas conocer mucha gente equivocada, retorcida, traicionera, frustrante, mentirosa, falsa, insensible, antes de conocer a la persona adecuada a tu forma de ser. Te contaré: Una vez pude ir a París. Salía de Notre-Dame y me dieron ganas de cruzar puentes. Justo detrás de la catedral, más allá de los jardines, se divisan varias moles de piedra atravesando el Sena y hacia allí me dirigí. Terminaba la larga cuadra de jardines y de pronto en plena calle, justo donde empieza el primer puente, me encontré con la escena de una película. Estaban filmando y los actores hablaban español. En la escena en cuestión había un carro, dentro iba una señora de edad que se despedía de otra más joven, quizás su nieta, quizás una amiga. La ventana estaba media abierta, la muchacha parada, la señora decía: "Ya me voy, Laura, cuídate mucho... Ah, y deja de correr detrás de todos los autos, estoy segura que ya llegará el tuyo". Y el auto partía y la chica se quedaba parada sonriente. Esa vez no corrió, sino que aprendió que ya llegaría el auto que le pertenecía.
Y cuando al fin conozcas a esa persona, no te importará envuelta en que estará, la reconocerás y agradecerás que haya llegado.