Cantar de Juan, El Caminante (Ahogándose)
Mientras se hundía y se iba oscureciendo todo a su alrededor, Juan, El Caminante se imaginó en un escenario en donde se recreaban las numerosas batallas en las que había participado en su no muy larga vida. Estaba ahí, con espadas en ambas manos, hundiendo y esquivando, su rostro salpicado de sangre, un ligero corte en el brazo, avanzando y golpeando, avanzando y hundiendo su espada, avanzando y viendo como nadie se atrevía ya a enfrentarlo, como siempre sucedía en cada batalla. De pronto, aparecía en el campo un gigante con cabeza de dragón y brazos del grosor de tres hombres juntos, su espada era tan larga que parecía tener 10 metros de largo. Enseguida quedaba solo frente al mounstruo que lo insultaba ferozmente y a cada uno de sus gritos toda la tierra temblaba. Corriendo de un lado hacia el otro, lograba esquivar la enorme espada, al quinto intento del gigante por aplastarlo, corrió hacia él y pasando entre sus piernas, le corto los tendones del tobillo, con lo que el gigante cayó al suelo ahuyando de dolor. Trepó sus piernas ayudándose con sus espadas y corrió a lo largo de su espalda para cortarle la yugular. El grito del gigante fue tan fuerte que se escuchó en todo el mundo como un trueno conmoviendo a las nubes que empezaron a llorar. Pero no tuvo tiempo de saborear su victoria, pues el gigante moribundo se sacudió por última vez arrojándolo a la tierra y con su último suspiro logró agarrarlo y presionar su pecho tanto que lo hubiese ahogado si es que no llegaban los demás guerreros y lo liberaban jalándolo hacia el aire, la claridad, la luz. |
1 Comments:
June, cada día me agrada mas lo que dices, loq ue escribes, el capítulo de hoy medio en tinieblas, pero igual me agradó saber que no mataron al Johnny Walker y podrá seguir caminando.
Un beso.
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