Monday, July 10, 2006

Borrador

Hace tiempo que no pasaba una tarde como esta. Tan miserable se puede uno sentir. Salir de la rutina y encontrarse con la nada. Es increible lo torpe que se vuelve uno. La falta de práctica. Las apariencias terminan traicionando. Hacerse el duro ya no sirve porque alguien cantó que hasta el hierro al calor es blando. Y entonces uno se vuelve maleable y hasta líquido, capaz de adaptarse al envase que lo contenga. Todo en procura de qué. Allí está ella, por ejemplo. Se ha ido a sentar en el suelo, mira hacia la nada, piensa. Es la primera vez que la veo pensar profundamente. Tantos años por delante y ya parece deprimida, quizás sea solo que está enferma y cansada. Yo estoy igual, enfermo y cansado. Esta vez escribo sin hilación. Este es un post típico de una tarde como esta en la que uno se siente extraño en su propia casa, en que se ha salido de la rutina y se tienen que hacer cosas que uno no sabe. No voy a corregir este texto. Quedará como un testimonio en bruto. Quizás mañana o pasado vuelva sobre él para rescatar alguna idea, alguna frase y escribir algo con más forma. Esto es un borrador de alguien que está deprimido, a quien no le importa verse bien, y por tanto sale a la calle con lo que tiene, sin más.

1 Comments:

Blogger Laura Martillo said...

Yo rescataría la línea esa en que dices que uno s evuelve maleable y líquido, adaptable al envase que lo contenga.

Cada quien rescata las piezas que quiere , para construirse su propia maquinita y hacer que vuele.

9:32 AM  

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