Romanticismo I

Verte salir desnuda de aquella nuestra cama fue... cómo decirlo, cómo describirlo... no sé, pan salido del horno, el sol rompiendo la noche, el tren saliendo del bosque hacia un campo verde, fuegos artificiales apareciendo detrás de la Puerta de Brandemburgo, las luces de Lima después de 5 años y 7 meses, el gol del Maxi Rodríguez, la celebración de Tardelli, el cabezaso de Soto en Matute, Prost contra Senna, la neblina abriéndome paso en Pasamayo, no sé. Lo único cierto es que cualquier cosa que te diga cuando regreses y te acurruques en mí, provocará un rostro de disgusto y un "porqué no eres un poquito más romántico" y yo me quedaré en silencio, te apretaré fuerte y te besaré la frente, pensando en que la noción de belleza nunca es la misma, en que no siempre se puede estar perfectamente sincronizados. ¿Calmaré con eso tu neurosis? Mejor demórate en el baño, mejor abre la ducha, prepara la tina, mejor seré yo el que te busque y evite un mal momento con muchas preguntas. Calmar tu ansiedad a punta de besos, caricias desbocadas, eliminando testosterona, sí ya sé, de nuevo la falta de romanticismo, pero ya que importa.