Tan frío
Magdalena está tan fría estos dos últimos días que parece muerta. Pero nunca deja de respirar disimuladamente, sin molestar a nadie, dejando que las cosas sucedan. Ultimamente, cuando se despierta, una especie de niebla invade sus ojos, esconde su belleza entre abrigos, blanca, empieza a sonreir pero fríamente. Magdalena me hace sentir bien.
Pero aquella tarde en que no nos vimos sí que me sentí un tipo ruin. Me entendí capaz de tender una mano para luego quitarla dejando caer al desvalido. Tiendo a dramatizar mi vida. Y aquella madrugada me sentí un miserable. Una segunda oportunidad, en la que me dejé llevar por el morbo, recibiendo un portazo en la cara. Queriendo autojustificarme: esa no es ingenuidad.
Ingenuidad la mía. La esperanza asesina. Un corte al más allá. La llama encrespada. Un cochino barranco hacia quienes juegan con lo derruido. El viento azotando salvajemente mi cara. Todo bien ahora. Magdalena está tan fría que parece muerta.
Pero aquella tarde en que no nos vimos sí que me sentí un tipo ruin. Me entendí capaz de tender una mano para luego quitarla dejando caer al desvalido. Tiendo a dramatizar mi vida. Y aquella madrugada me sentí un miserable. Una segunda oportunidad, en la que me dejé llevar por el morbo, recibiendo un portazo en la cara. Queriendo autojustificarme: esa no es ingenuidad.
Ingenuidad la mía. La esperanza asesina. Un corte al más allá. La llama encrespada. Un cochino barranco hacia quienes juegan con lo derruido. El viento azotando salvajemente mi cara. Todo bien ahora. Magdalena está tan fría que parece muerta.
1 Comments:
Qué buena alegoría.
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