Y claro,me venció el sueño
De pronto cambió la dirección del viento y detuvo mi embarcación de una sola vela cuadrada; pensaba en que esta vez no me rendiría, que sacaría los remos y trabajaría con gran afán; pero me venció el sueño y el agua estaba congelada y me quedé rozando tus dedos y mirando tus labios.
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