Sunday, March 11, 2007

Y claro, era eso lo que estaba escrito en su cuarto

Y claro, era eso lo que estaba escrito en una de las paredes de su casa:

"Fue esa la época
en que adquirió el hábito de hablar
a solas, paseándose por la casa
sin hacer caso de nadie mientras
Úrsula y los niños se partían el espinazo
en la huerta cuidando el plátano, la yuca
y el ñame, la auyama y la berenjena.
De pronto, sin ningún anuncio, su
actividad febril se interrumpió y fue
sustituida por una especie de fascinación.
Estuvo varios días como hechizado,
repitiéndose a si mismo en voz baja un
sartal de asombrosas conjeturas, sin dar
crédito a su propio entendimiento.
Por fin, un martes de diciembre,
a la hora del almuerzo, soltó de
un golpe toda la carga de su tormento
Los niños habían de recordar por
el resto de su vida la augusta
solemnidad con que su padre se sentó
a la cabecera de la mesa, temblando
de fiebre devastado por la prolongada
vigilia y por el encono de su imaginación
y les reveló su descubrimiento:
La tierra es redonda como una naranja."