Thursday, August 17, 2006

Sin oferta

Es posible amar por última vez. El amor, hablo del amor en sí, no tiene vida propia, se le va alimentando, y por tanto puede morir de inanición. En otros casos, lo que sucede es un infarto, un shock, the end. Contrariamente a lo que podría pensarse, nunca el amor muere a causa de una coraza alrededor de los sentimientos.
Cuando el amor se muere, al deceso le sigue un vacío nadista que no tiene nada que ver ni con la fragilidad ni con la dureza.
Hace once años yo amé por última vez. Fue además alrededor de estas fechas. No me convertí en un zombie (eso les pasa a quienes se quedan sin alma) ni en algo parecido. Casi no se nota. Tendrías que acercarte bastante para darte cuenta.
Hay seres que no tienen qué ofrecer.
La Nada.