Friday, August 25, 2006

Quién necesita a las mujeres (en la cama)

Llevo casi un año sin tener relaciones sexuales y no he muerto. Sí, es cierto, no estoy contento, pero no encuentro muestras de histeria, al menos nadie me lo ha reclamado, tampoco hay esa obsesión, ese correteo de liebres con las que copular. Hay que reconocer sí, que a pesar de lo que puedan decir los médicos, el organismo humano sí encuentra diferencia entre la eyaculación por mano propia y por penetración. Debe tener que ver con la menor actividad física previa; lo digo porque incluso en los períodos de masturbación diaria me han terminado saliendo barritos, hacía más de una década que eso no pasaba. ¿Son entonces necesarias las mujeres? La alternativa de penetrar a otro hombre no rinde buenos resultados. No sé si se deba a un bloqueo mental, pero el hecho es que hace muchos años, cuando se dio la oportunidad de eyacular dentro de hombres, no fueron actos demasiado satisfactorios. No encontré punto de comparación respecto a una mujer. Y si bien no lo he experimentado, la idea de ser pasivo no me provoca ningún tipo de curiosidad ni menos excitación; esa es una alternativa descartada. Ahora, ¿se puede vivir eternamente sin tener relaciones sexuales con una mujer? Quizás sí, pero no me gustaría comprobarlo. Para conejillo de indias búsquense a otro y luego me cuentan. Lo que sí, no deberían hacer malas interpretaciones. El que antes haya dicho que no se necesitan mujeres en la casa o en la cocina, no significa que solo sean necesarias para la cama. En general, las mujeres son mejores compañeras, mejores amigas, pueden ponerse más tristes que tú cuando le cuentas lo que te agobia, son buenas en el trabajo, es admirable su empeño, en fin, varias cosas más; pero hay que decirlo, donde no tienen comparación es en la cama. Una disposición especial tienen para el sexo. Yo no he visto mejor espectáculo erótico que dos mujeres amándose en una cama. Y nada me deja más complacido que eyacular dentro de una mujer (según recuerdo).