La previa
Creo que me están vigilando. Un extraño se cruzó conmigo esta mañana en la panadería y me sonrió. No fue un saludo propio de la amabilidad de las personas de esta ciudad, fue una sonrisa irónica, hasta burlona. Un sedán verde con lunas polarizadas se estacionó a media cuadra de mi casa. Lo estuve espiando. Nadie bajó, nadie subió. Se fue a las 2:35 de la tarde y en el mismo lugar se estacionó un sedán rojo también con lunas polarizadas. Desde donde están pueden verme en la ventana de la sala, dominan también la única puerta de entrada al edificio. He decidido no salir a almorzar. Hace mucho que no disparo, pero estas cosas se llegan a dominar una vez y nunca más se olvidan. De verdad no le temo a la muerte. Me siento un viejo joven rememorando permanentemente lo vivido. ¡Y es tanto! ¿Qué podría faltarme hacer?. Pero hoy no es un día propicio para morir. Si me preguntan cómo me gustaría morir, respondería: realizando un hecho glorioso. Una muerte simbólica. Algo significativo. Si tengo mala suerte sólo encontrarán mi cuerpo abandonado en algún callejón. Si tengo suerte, será encabezando una revolución, será dando el último suspiro por algo que valga la pena.
Hoy no aceptaría morir. No es el momento. Menos a mano de un compatriota enviado para limpiar mis hechos. Esta noche debo tomar unas cervezas antes quizás tenga que arreglar mis cuentas.
Hoy no aceptaría morir. No es el momento. Menos a mano de un compatriota enviado para limpiar mis hechos. Esta noche debo tomar unas cervezas antes quizás tenga que arreglar mis cuentas.
1 Comments:
bueno bro, parece que te dieron, no escribes hace dias...
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