¡Respiro!

No puedo decir que estoy contento pero sin duda la fase depresiva ya pasó. Ya ni me provoca escribir. ¿Olvidaré dentro de algunos días la contraseña? Ahora me preocupan más las cosas cotidianas. ¿Qué irá hacer Bachelet? Debería igual dirigir pensamientos hacia mí y escribirlos. Tengo un cuaderno extraviado con escritos de cuando estaba en la universidad. Hay que encontrarlo y repasarlo. Deben haber muchas claves ahí. No creo haber cambiado mucho. ¿Empeorarán con Evo las relaciones bilaterales? Esos poemas iniciales, frases recogidas de existencialistas y surrealistas, algo de Neruda, algo del joven Werther, más claves, más poemas. Todo en un cuaderno viejo sin forro amarillo con un tablista saliendo de la ola. Pero la Bachelet, pero el trabajo.